viernes, 27 de enero de 2012

You were my day.

He perdido mucho, al menos en lo que recuerdo.

Pero también he aprendido que destruir el arte no es una razón para dar de lado a un Dios, o al menos a quién tu crees que se acerca a serlo. He aprendido que los ángeles no caen del cielo y que las segundas partes no pueden ser realmente buenas si la primera no se acaba nunca, que por más números que tengas en una lista tu cara no cambia, que nadie va a verte mejor por haber buscado algo que tú no tienes. Que nadie merece que le odien.

Pero aún no he aprendido a vivir siguiendo lo que creo correcto o a no querer un mundo para mí, quizás un mundo para dártelo aunque no existas o aunque ya no estés conmigo. Supongo que quien se va, quien de verdad lo hace, tenía ese mundo ya. Bueno, al menos prefiero pensar que la gente no desaparece de un modo infeliz, aunque sé de sobra que las despedidas siempre son amargas.

Y es que las llagas las podemos hacer gratis con nuestros propios dientes.
Después, solo hay que morderlas para que no se cierren nunca...

miércoles, 18 de enero de 2012

Eyes on Fire ~

Leía hasta la última palabra que nadie quería escuchar.

Buscaba en libros llenos de polvo promesas que se repetían a lo largo de todas las novelas en las que damas y caballeros, todos ellos ataviados de una manera demasiado elegante para este mundo, morían escupiendo sangre como cualquier enfermo moribundo. Lo que a él más le gustaba de sus escenas finales es que estos personajes, a pesar de todo lo que aparentaban, por su pobre ética acabaran convertidos en viejas putas y caballos débiles.

En los libros que leyó, aunque se hablaba de la muerte y la degradación humana, no se mencionaba como evitar tocar fondo o como poder evitar los errores a los que todos hemos recurrido en algún momento. Solo se decía que había un castigo y que en la vida solo se recompensaba a aquellos que no disfrutaron de sus bocanadas de oxígeno, sino que se rindieron a la oscuridad eterna (a la que por supuesto, llegaban a través de la asfixia).

Llegó hasta el último párrafo escrito, buscando respuestas, preguntas, algo que mereciera la pena. Pero nada lo hacía, todo le devolvía al mismo punto y ni si quiera las hojas que caían del primer otoño del año, porque es otoño más de una vez, le parecían suficiente razón para sentir algo parecido a las palabras que no recordaba de su niñez.

En su lecho de muerte, pidió una hoja en blanco y una pluma para poder escribir la solución que buscó durante tantísimos años, algo de lo que nadie más se daría cuenta. El blanco de la hoja quedó virgen y una sonrisa pícara se dibujó en su rostro, mientras en el iris de sus ojos se dibujó el infierno al que prefería ir.

Murmuró por último: "Quizás respires azufre por todo lo que sabes, pero es mejor que no respirar nada".
Nadie lo entendió, pero de todos modos solo él debía hacerlo.

lunes, 16 de enero de 2012

Tired.

No puedo sostener un mundo encima de mis hombros.

Tampoco quiero tener que aguantar el peso de las promesas rotas, las mentiras ardiendo y mucho menos de los pétalos secos de las rosas, especialmente por sus espinas. Llevaba mucho tiempo sin hundirme, hasta pienso que lo echaba de menos, quizás lo hiciera... Y de una manera tan horrible se destruye la belleza del mundo que cae a tus espaldas.

Como si fuera un cristal, una simple lente que te hiciera ver a los demás como si realmente fueran diferentes al resto que te has encontrado en tu vida y a los que abandonaste, a aquellos que les pediste que no te dejaran caer mientras tú les decepcionabas una y otra vez, agarrando sus mentiras por encima tuyo para creer que eran ciertas.

Pero no lo haré más hoy.
Hoy no pienso sostener tu mundo, voy a dejarlo caer, voy a dejarte morir.

martes, 10 de enero de 2012

"¿Hay estrellas después de morir?"

No has venido a ser feliz.

No estás aquí por ninguna razón, lamentablemente todo ha sido causa del azar. No somos más que las piezas del juego de algún loco, o quizás seamos tan insignificantes que ni si quiera haya alguien atento a nuestros pasos.

Una obra con un final eterno, una obra irrepetible.

Dime, ¿por qué tengo que esforzarme si nada de esto va a importar al final? Uno,o con suerte dos, entre un millón o incluso más, eso equivale a nada, eso es lo que importamos.Sin embargo, por ironías que corresponden a esta vida, una persona daría un millón de vidas por otra, aunque fuera egoísta. ¿Cómo se juega a vivir, a hacer lo que debemos, a hacer lo que nos conviene?

Nadie vino con un manual de instrucciones debajo del brazo, nadie vino con un guión preparado donde dijeras lo más adecuado ni los versos más bellos... A cada paso que des, solo cometerás errores. Te enamorarás y fallarás, a tus amigos les traicionarás o ellos a ti, a tu familia desde un principio les estarás fallando y a ti siempre estarás destruyéndote poco a poco.

Y es que no estamos aquí para ser felices.
Si tú quieres intentarlo, adelante. Acabarás cansado, yo hoy lo estoy.

Don't know why.

"El mundo no merece la pena.
¡Espero que todos ardáis en el infierno, recordad que os odio!"

domingo, 8 de enero de 2012

Poor little ghost.

"Cuando no te parezca suficiente, destrúyelo."

Gritaron esta frase hasta que de sus bocas salió el líquido de color carmesí que todo el mundo lleva dentro. Estaban acabados y con ellos los demás, con ellos el mundo entero y todo lo que amaron en un pasado tan lejano como sus manos, lo que conocían como cierto se desmoronaba. La hoja de la dulce verdad se clavó en sus ojos y de sus oídos sangraron mentiras.

Los cristales rotos de las promesas bajo sus pies y la ceniza de todo lo que quemaron al llegar al final en el aire, tantos nombres y tantas flores, tanto que no son capaces de recordar quien fue el culpable o qué pretendían conseguir. Los susurros de lo que habían deseado fueron callados por los chillidos de aquello que sentían, las miradas se perdieron en la nada.

"No es cuestión de huir, es cuestión de que no vuelva."

En realidad, solo lo hacían por perder lo que habían ganado, porque ya no era suficiente. Un día oyeron algo parecido a que "para que quepan cosas nuevas, hace falta tirar lo viejo". Y se lo tomaron tan a pecho que se destruyeron mutuamente, porque ninguno era suficiente, porque no lo serían para nadie.

viernes, 6 de enero de 2012

Nothing at all.

La prostituta no quería que nadie la acompañara a casa esa noche.

Estaba en la calle, con su minifalda vaquera y sin camiseta, con medias de rejilla para que el frío penetrara sus carnes y un bonito sujetador negro con encajes realzando sus blancos senos, los tacones que habían amenazado con empujarla marcaban el ritmo de su partida. El viento ondeaba su cabello pintado del color de las mujeres del norte, y sus labios reflejaban el espíritu y la vida de las rosas más vivas. Los ojos de un ángel caído se habían alojado en sus cuencas.

Y ella caminaba, sin que el tiempo pasara más rápido o más lento, con los brazos cruzados y emanando de la boca un vaho tan denso que se confundía con humo de tabaco. Ese era un día más en la calle después de cobrar, después de humillarse, después de que no consiguiera nada más para ganarse la vida. La oscuridad se cierne sobre la chica a cada paso que da y una panda de jóvenes drogadictos destrozan con el metal de varias navajas la seda de la que está compuesta.

De todos modos, nadie se lamenta. ¿Quién va a echar de menos a una puta?

domingo, 1 de enero de 2012

And please, leave me breathless.

Deja que me beba tus labios.

Deja que el olor a cerveza barata se mezcle con el de tu tabaco, solo esta noche, en este bar en medio de la nada. La espuma de mi vaso y el alcohol de mi cerebro me hacen verte con más belleza que la del arte y no sé si todo está más borroso o más claro, aunque ya me habían dicho que pasaba eso con la realidad oculta.

El humo, saliendo por tu boca, agrieta el color que quiero comerme esta noche como si fuera la última de mi vida... o quizás de la tuya. Tu cuerpo me está invitando a emborracharme con él, tú fúmate el olor a colonia de mi cuello. ¿Después nos daremos aunque sea el número de teléfono o con nuestros nombres, únicamente reales bajo la oscuridad de la noche, nos basta?

¿Sabes? Podría haberte besado, simplemente.
Pero, ¿sabes? No podía conformarme solo con el licor de tus piel.

Da igual, ahora vete, antes de que la luz del día revele tu cara y me de cuenta de que nunca podré conocerte ni reflejarme en tus pupilas, lárgate que estoy acostumbrado a lamentarme primero por los demás y después por mí. Porque no hay nada que puedas hacer para que el Sol no salga, nada para evitar la resaca a la que me has condenado.

Ahora, toma la cerveza y dame los cigarros.
Ahora, solo por un momento, bébeme que yo te fumaré.