viernes, 21 de junio de 2013

I'm done.

Estoy cansado.

Me duele la garganta, creo que va a sangrar. Mi cabeza no para de dar vueltas y yo solo quiero marcharme y acabar con todo esto de una vez. No quiero seguir dentro de estas paredes ni rodeado por este océano, no sé si me equivoqué yo al nacer aquí o son mis padres los locos por quedarse. Quiero ir con el viento en la mano, llegar a lugares en los que no moriré, moverme sin quedar satisfecho nunca, conocer gente, que alguien sea tan especial como para hacer que me quede a su lado.

Irme no es la panacea ni tampoco la mejor opción, pero es lo único en lo que puedo pensar. No me importa todo lo que dejo atrás, se queda corto si lo comparo a todo aquello que me espera. Y estoy cansado de gritar, cansado de moderar la voz, de soportar, cansado de que mis palabras no se tomen en serio por más esfuerzo que ponga en cumplirlas. Solo quiero irme, irme y no volver. ¿Es tanto?

Estoy cansado, agotado y muerto. Llevo muerto 18 años.
18 años y tú quieres que me quede aquí para morir aún más.

domingo, 16 de junio de 2013

"You're not the one for me."

Será muy tarde para necesitarte cuando quiera hacerlo.

Tarde y además yo seré demasiado viejo para tu memoria y corazón, me habrás olvidado para esa luna, pero no creas que opondré resistencia, me resignaré a desaparecer sin gritarte al oído que no me dejes ir sin ti. Solo quiero tener claro que quedaré cubierto de polvo, que tú tengas claro que yo estoy bien así y más feliz de lo que tú o cualquiera podría hacerme, que es lo que siempre ocurre. Porque el viento y la estancia no son aliados, el tiempo transcurre y nadie parece capaz de mantenerme en su mirada.

Pero cuando me dé cuenta de que nunca escapé de tu pupila será muy tarde.
Y no podré regresar, serás otro agujero en mi pecho y yo otra decepción para tus recuerdos.

sábado, 8 de junio de 2013

Meh.

Tengo ganas de ser cínico, frío, malvado.

Tengo ganas de mirarte por encima del hombro y meterte en los sacos de nombres sin sentido, decirte que no serás mejor que él y que no das la talla para hacerme sentir mejor porque ella no está aquí. Quiero simplemente olvidarme de como te conocí y de que, a veces, hablamos hasta caer exhaustos. Y entonces, en mi cama, te quiero a mi lado y rodeandome con tus brazos, protegerte con los míos, olvidar mi pasado y salir adelante, sin viento ni música o cristales, solo tú.

Pero rodeado con las mantas el único abrazo que recibo es el de mis recuerdos y empiezo a desear que fuera tu abrazo el que me hiciera estar al borde de las lágrimas. Pero no lo es, no puede serlo. Me conformo con soñarte y pensar que algún día podré mirarte a los ojos, que todo esto podría ser diferente. Porque cuando te conozca no serás igual que el resto, ¿verdad?

Tengo ganas de caer por ti, de darte lo mejor, de superarme.

jueves, 6 de junio de 2013

Confesiones a la nada.

Mi corazón volando en el viento y mi cabeza rodando por el suelo.

La marea no termina de subir y no parece querer bajar, se me mete arena en la boca y toso recuerdos difíciles de tragar y hacerlos regresar a mi memoria. Camino por esas playas en las que cogí la luna y no el sol, en esas en las que las palabras se escaparon de una cárcel de dientes y tú dijiste simplemente lo que esperaba, aunque nunca fue lo que quise. Monto en una barca y comienzo a remar sin saber muy bien a dónde me dirijo.

No hay olas más fuertes que mi voluntad, por eso decido tirarme al mar e ir a nado, tragarme el agua salada cada vez que respiro y ahogarme día sí y día no en las profundidades, solo porque en la oscuridad y entre la nada estoy más cómodo y seguro que entre ojos de los que no quieren ver. Me hundo en las profundidades y no miro más que hacia arriba, preguntándome cuanto tardaré en llegar y si alguien esperará mi regreso.

Mi corazón volando en ilusiones estúpidas, mi cabeza golpeándose una y otra vez con donde estoy.
No veo el momento de irme.