domingo, 27 de octubre de 2013

Islands.

Lo único que veo al levantar la vista es el cielo.

Desde mis rodillas no recuerdo qué camino quería seguir, ¿tanta niebla exhalé para estar tan ciego? El ron barato de aquellos años que se pretendían dorados recorre la comisura de mis labios, rotos como el viento que cada noche me cobija, destrozados por todos esos besos en los que el sabor a vainilla era la firma de un contrato redactado en papel mojado. El alcohol arde en los recuerdos, llené todos los "te extraño" de sal y ahora tengo heridas de mil balas en el pecho, el mundo las señala para dedicarle carcajadas.

Los sueños perdieron su valor hace algunos mares, aún siento el desconcierto del día en el que las lluvias de vodka sustituyeron a las de lágrimas y recuerdo los martillazos con palabras en mi cabeza a la mañana siguiente, palabras grabadas en el interior de mi cráneo para poder leerlas a gritos cada vez que parpadee, adoptando la misma postura una y otra vez: de rodillas, con las manos hundidas en la tierra y el viento golpeando mi rostro.

Entonces comprendo que es hora de colocarme sobre mis huesos y de andar sin rumbo.
Hora de alzar la mirada al sol y de no ver nada.

miércoles, 9 de octubre de 2013

"Secrets In Stereo".

Cerveza para dos y yo tan perdido en el viento.

Las palabras me marean y despierto de madrugada para vomitar sueños, inspiro el frío viento de la decepción y exhalo ilusiones para ver como las mariposas que forman mueren al apenas sobrevolar mis miedos. El sonido de sus cuerpos contra el suelo, el color marchito de sus alas, se tornan melodías e imágenes comunes. Espero al silencio que nunca llega, rompe a llover, la luna suspira y se marcha dejando atrás el humo de su despedida.

Mis recuerdos me ahogan con su abrazo, muero entre susurros de culpa, renazco gritando de desesperación por el perdón de unos labios cerrados eternamente. La sombra del pasado es persistente como un amante, intenta conquistar un corazón con dueño, intenta arrebatarme lo que le perteneció y no supo cuidar. Entonces reencuentro tus palabras de un futuro juntos, has prometido tanto que ya no puedes echarte atrás y en tus ojos leo que es cierto, que no serás un pasado, al menos no a la velocidad que mueren las mariposas. Porque estarás a mi lado aún cuando la vida tire de mi brazo, ¿verdad? Aunque no estés a mi lado, aunque nos separen kilómetros, aunque nos separaran desiertos, ¿verdad?...

Cerveza para dos, que dura solo para uno.
Cerveza para dos... y tú tan perdido en la tierra.