sábado, 21 de febrero de 2015

Ysun o udnyc sáxiehyc.

Rycdy am vehym, se Ehjulytun.

Yúh ah my heaja hu bantané se cuhnecy, liyhtu ziwkiah myc ehdahleuhac ta sec bibemyc uené xia jyma my bahy, yihxia ca luhvihtyh synac, dunsahdyc o acbenymac. Sec bymypnyc anekeanuh bnusacyc ah di ruhun, se jylíu ca ahkimma ah ih uléyhu ym bahcyn xia ra dahetu my cianda ta hylan o jan lusu di lysehu o am síu ca zihdyh, ¿xié knyh sáxiehy ahliahdnyh muc milemuc ta se lianbu ah dic ykiyc? Tacayníy xia viany ihy lybyw ta naclydynda tam Myku ta Sylymyhey ah am xia dyhdu jykyc, seahdnyc tézysa taclahtan y di mytu, can di aqdnyñu a emókelu ahysunytu, di yseku, di Kiynteáh. Can luhdeku ryla xia Pegyham ahjetea am lymun xia ah se balru ca vunsy.

Tacta am reamu da ra jecdu upcanjyn y my mihy acluhtanca dnyc myc niehyc ta mu xia yhdyñu via kmuney, da mmysyh o jylíyh lusu mu rylah myc cenahyc luh muc synehanuc. Ou hu biatu cymjynda, cumu cuo cicinnuc y ihy acvany ehaqecdahda, banu di cuhnecy ac se mihy dnyc myc niehyc, ¿tapu cakien am lysehu ah am xia se balru tazy ta cahden my acbenym ta tacdnilleóh u ekhunynmu o luhdehiyn jejeahtu lucyc xia hihly naluntyné? "Cumu u ceh de, sazun ylusbyñytu", tacmewu se syhu o luh tamelytawy cizadu di sañexia. Lusu ysyhda, lusu lusbyñanu, lusu yxiam xia xieana nalunnan am Adénau ce ah ém ahliahdnyc am lysehu xia udunkia byw y di lunywóh. Di byw ac se byw, se byw ac se bnubey mmysy, ¿acdu ac am ysun xia sineó ahdna ahknyhyzac ah am bycytu, am xia sudejy y dic ytunytuc auhac y ycecdenda?

Yúh ah my heaja cuhníu, lusu ih unytun ym xia am tacau ta ihy Lymsy yzahy ma amajy.
Cuo di ehluhteleuhym, se Ehjulytun, yúh liyhtu cymjynda ca aclyba ta sec bucepemetytac.

Ciego y libre.

Clavo la vista en el sol.

Timor acaricia mi muslo, Fobos grita tu nombre en mi cabeza, cierro los ojos y en la tormenta busco la nube sobre la que elevarme. Anhelo tu voz, tus palabras, encuentro las mías y la necesidad o la necedad me hacen abrazarme a ellas. Recuerdo que solo soy brisa, consigo llegar al cielo detrás de la niebla y quién pudiera traerte hasta aquí, quizás hacer de este tu hogar. Mis alas se derriten e Ícaro deja de sentirse tan estúpido por su error, no entiende por qué repito mil veces, me pregunta y mis labios esbozan una sonrisa porque la tuya es mi respuesta, el corazón no importa tanto y el vacío que me devoraba se engulle a él mismo.

En el suelo y ensangrentado le ofrezco una rosa amarilla a los hermanos.
Antes de mirar sus caras confundidas, la luz me arrastra como a una polilla, el viento susurra ahora.

jueves, 19 de febrero de 2015

Fobos.

Cuando no hay sol aparece él.

Rodea y atrapa mi viento, dibuja con su mano profecías en mi piel al tiempo que arranca mi ropa, apresa mi diestra con la que le queda libre y me obliga a tocar su entrepierna, huele mi cuello y lo muerde, comienza a entrar en frenesí. Su boca en mi boca susurra eternidad, busca mi lengua y su excitación aumenta, revuelve mi cabello y me besa como lo hace lo onírico. Aplasta mi cuerpo con el suyo, quiere hundirme y liberarme de la realidad que torna en pesadilla, me dejo morir y él comienza a florecer. No hay placer en su dominación, mi mirada clavada en el techo imagina un reloj, él lo sabe y se reincorpora, asesina a mi brisa y arroja el cadáver de lo imaginario en la cama, me tira tras él. Cree que el poder es atractivo, se echa a mi lado para seguir el juego, mis manos buscan su cuello en una dulce caricia y en un segundo estoy intentando asfixiarlo. Él ríe como debe hacerlo la muerte cuando intentan evadirla.

Su sombra despierta a mi lado, susurra que no puedo huir y me clava al colchón.

Pavlo sigue vivo.

Es un tornado sin escala de grises.

En el tablero todas las piezas viven sin árbitro, al orden le robó el sentido el caos con un guiño. Ahora mientras un rey degolla a sus propios peones, el otro se dispone a saltar desde la mesa. Las reinas se escaparon con los caballos y el cabello al viento, alguien las encontrará en una curva y con el corazón en el asfalto, será demasiado tarde para sonreír cuando el amor deje de brillar en sus rubíes. Una torre canta una canción realmente triste y se derrumba, el alfil solo observa e intenta no llorar. Yo lo acepto como la flor acepta su marchitar.

El huracán siempre vuelve, rubia.

martes, 17 de febrero de 2015

Hablemos de miedo.

Su mirada subraya la mía.

Mi mano tiembla mientras robo su copa, mi cuarta ya se vació y las demás me supieron a tus besos. Sonríe, de algún modo aprendió a quererme y prefiere esperar a que no pueda responder para susurrarme al oído. Agarro la botella y me he roto antes de que hable, la sola idea de escucharle me hunde en la tierra, ¿y por qué no se me ha roto el corazón para liberarme de este amante? Sus labios ya se mueven, las primeras notas empiezan a oírse. Se levanta de su silla y limpia con sus besos mis mejillas, su mano acaricia mi cuello como la luna cuando puedo tocarla. Me promete recordarme lo efímero cada mañana, lo hace para que no le ame. No puedo dejar de pensar en ti y en como deseo que tus brazos alrededor de mi cuerpo le ahuyenten, en como me dice que no lo harán.

Giro mi cara, busco sus labios para callarle y nos enamoramos unos instantes.
Él viene cada noche a buscarme de nuevo y me deja una rosa de cristal en el pecho.

domingo, 15 de febrero de 2015

A la basura lo poético.

Como duele caer en el posmodernismo.

Y de repente tropezar con lo romántico, casi porque la torpeza y el "no se puede ser tan bueno en todo" me convencen más que mi propia vida. La primavera no es más que frío polvo, necesito arrojarlo como el enfermo necesita vomitar su mal. ¿Empieza lo trascendental o la broma?

Espero que entendieras la gracia y sonrieras amargamente, somos menos que la hija del invierno, a ella aún la recuerdan por los rubios cabellos de sol y la poesía que emana de su vida regalada. Espero el fin del ciclo, estoy cansado pero extendido, a veces me quiero derretir y diluirme en agua, darme a los peces de beber, solo es porque no me gusta el reloj.

Luego me despierto, eso no mejora el día porque el Baco metálico que creó la modernidad me ha abandonado y me he quedado conmigo. Me visita el miedo, no puedo servirle salvo agua, nuestra conversación simplemente no sale. El problema está en que yo no creo en la suerte pero no deja de ser mi justificación.

Ni en la suerte ni en, quizás, la vida. Y ahí es doloroso caer en el posmodernismo, ni te queda la particularidad. El silencio es el único que te escucha, un bucle de arcadas mudas con salpicaduras vacías, "vida líquida" dicen. Me pregunto si de verdad a veces me hundo tanto como para querer, por un segundo, dormir décadas. 

Y el tic-tac sigue.

Volar a la noche.

Un grito en constante agonía.

Perdemos las palabras en el río, sin sentido y sin motivo luchan por respirar las notas de lo que me gusta llamar, de manera egoísta, nuestra canción. En el absurdo dislumbro razones que solo entendería el creador que en sueños vive para mi dual alivio y perdición, sois ambos tan reales que no puedo evitar evaporarme hasta vuestra nube. Cuanto más cerca está el sol, más existes, el dolor es solo parte de llegar, la bandada necesita un destino y el ojo se ha vuelto ciego a cualquier otro.

El instante ya se convierte en eterno.

miércoles, 11 de febrero de 2015

"Te busco hasta en las sombras".

El latido de tu corazón en mi pecho.

He mirado atrás, a cuando empezamos a acariciarnos con palabras, no puedo evitar esbozar una sonrisa mientras te siento tan dulce, mis ojos se empañan y quiero rozar tus labios con los míos. Cierro los ojos y me imagino a tu lado, me haces fuerte, descanso y le pido a mi alma que te busque y te adore toda la noche como yo lo haría. A veces te siento en el mundo, me pregunto si tú a mí también.

Antes de caer exhalo la plegaria, cuando despierte estaré a tu lado.
Y ya puedo rozarte otra vez.
Luz en mitad de las nubes.

De mi boca entreabierta no sale ningún ruido, quizás tampoco aire. He creído ver un ángel en esa caricia que los dioses dieron al mundo, mis pupilas aborrecen cualquier otra imagen, mis oídos se aburren ante cualquier melodía que no sea la de su voz, ¿por qué me pone tan nervioso el reloj? Me quiero quedar en el segundo eterno de tus brazos, respirar el olor de tu cuerpo me transporta a lo que la gente debió de llamar Edén. ¿Cómo logro sentir tanta vida cuando el destino me bendice con la oportunidad de unir nuestros caminos, cómo mi corazón continúa aguantando la emoción? "Será que me salvas tú".

La luz rompe el cielo, el pájaro vuela a su alrededor y se pierde en ella.
Sonrío y oigo al viento decir que detrás de las nubes el cielo sigue vivo, yo muero por mostrártelo.

sábado, 7 de febrero de 2015

"La primavera te llama".

¿Qué persigue el pájaro desenjaulado?

Corre tras el sol en el horizonte, ¿es qué su alma no entiende que es inalcanzable? La emoción de ser uno con el viento le encadena al capricho de la libertad, ¿cómo es preso el que muere por impulsarse con la brisa? Quizás sea por ver lo efímero en cada esquina, el paso del tiempo hace temblar su corazón, que no latir. ¿Es la debilidad de necesitar al viento como fuerza? Caer en lo repudiado, el destino era su madre y por suerte la fortuna su padre, su vida estaba encadenada a repetir el fracaso para triunfar.

Alcanzas los rayos del calor en el duro invierno, pequeña ave, pero no podrás aterrizar en el astro rey, tus alas se desgastan más rápido que un pétalo, ¿sientes frío en la espalda? Vuelas solo en la tormenta, nadie más que tú la siente, ¿dónde está tu guía cuando lo oscuro reina, puedes encontrarlo en invierno bajo el llanto del cielo? Truena, el rayo dorado cae en la tormenta, vuelas hasta rozarlo y sentir algo.

Quieres alcanzar la luz aunque ardas, ¿qué es lo peor que podría pasarte?

lunes, 2 de febrero de 2015

"If you're feeling sinister".

Se levantan las aves en vuelo y yo caigo en sueños.

Arrastran el telón fuera de escena, queda expuesto el truco. Todos aplauden, se muestran sorprendidos pero tú y yo sabemos que no lo están, mis ojos están más sorprendidos por esa mirada esquiva con la que me has apuñalado que el corazón de estos hombres y mujeres por la vida. Mi mano se desliza como una serpiente hacia la tuya, estoy imaginando como sería quitarte la ropa y besar todo tu cuerpo, Me hundo en ello como el suicida se hunde en el cielo, me rozas y estoy volando. ¿Sientes el viento llamándonos ahí fuera? Estamos juntos, nosotros, nos esperan horizontes, arrastrémonos hasta los huracanes, contemplemos la luna brillar hasta que el sol la busque.

Y el sol sale y me sonríe. 
Morfeo, gracias.