martes, 28 de abril de 2015

Oniria.

Susurros.

Tengo entre mis costillas tu corazón, que frustrante no tener a un parpadeo tu cuerpo. Parece que el día terminó desde que abrí los ojos porque no desperté atrapándote, la arena de mi Oniria con la que pretendía imitar tu carne se deslizaba entre mis dedos por la mañana, por suerte el viento me alcanzó uno de tus besos dados desde el sur. Mi corazón pide beber un poco de los ríos en los que te bañas, quizás por eso busco el agua en todos los recuerdos contigo cuando mi garganta quema, ya no sé si de humo o de palabras atadas que soy incapaz de escribir, ¿no querrías arrancármelas gentilmente, Luna de mi eterna noche?

Volví a nacer con el Sol cuando te convertiste en el horizonte, como si todo lo anterior hubiera sido simple recapitulación de una mente que aún no te había soñado. Y, cada vez que caigo, tú te elevas en el cielo para iluminarme con tu sonrisa, susurras a mi oído que el mundo no está hecho para uno solo, ¿cómo podría sentirme en algún momento solo cuando tu luz llega a todos los rincones, tú que invocas al fuego que mata al  invierno? En tu pecho escucho a la primavera decir que es inmarchitable, el ave rasgó las nubes y ya puede descansar en tu abrazo.

Quiero ser tu mañana, el boceto de algo mejor que ayer, ser el Sol que no te ciegue sino el que cubra cálido al manto efímero que a tu esencia, a esa parte a la que realmente he entregado mi ser, da forma. Quiero ser con el que amaneces, al que permites jugar con la esencia del sueño para tornar la pesadilla en idilio, guardarte en la eternidad de mi instante, ser nuestro ahora sin tiempo que amenace con cambiarlo. Deseo tus deseos, tu sonrisa, ver a la Luna brillar en lo más azabache de tu pupila.

Y Gaia ardiendo en mi boca no es más que una plegaria silenciosa.
Un susurro escuchado, un amanecer de arena en el que, al final, siempre logro encontrarte.

martes, 21 de abril de 2015

"Promesas en el huracán".

El sol encontró un significado en tu risa.

Una razón para no dejar a los hombres helados y ciegos, motivos para rozar con calidez al mundo entero en busca de tu corazón y no apagarse. Sus rayos vuelan de tus palabras a mis sueños, despiértame cuando sea a tu lado y mírame para que pueda perderme en tus ojos una vez más, como un idiota se hunde en la esperanza por ver a su mundo en el reflejo o al horizonte fundirse en unos labios.

Y búscame, piérdete con la brisa y encuéntrame rodeándote por la espalda, sintiendo en el abrazo a la primavera que creí rota. Yo te encuentro en la luna, en mi pecho y en el aletear de la vida que el sol bendice por tu presencia en ella. Siento aún tu roce en mi espalda, la fascinación de que algo tan bello sea real y no un cuento de Morfeo, has hecho que despertar no resulte la despedida amarga a la que me resignaba, impulsas el vuelo del ave hasta la luz que siempre buscó y no la dejas arder por ello.

Mi mundo en tus pupilas con el sol acariciándote, acompáñame en el amanecer que acunas.

domingo, 12 de abril de 2015

Venus.

"¡Nuestra plegaria fue escuchada, mi céfiro!

¿Sentiste el gran temblor cuando Venus al sol robó su brillo? El mundo cambia su forma para unir nuestros caminos, la gran destrucción que ha acontecido será purgada y ayudará a los hombres a entender el camino de Gaia cuando el Dorado se alce. Es el mismo camino que quiero mostrarte, en mis brazos, sin nada más que primavera. Quiero mostrarte cómo las flores aparecen en las ruinas más recónditas, como tú hiciste brotar la semilla de mi corazón aún en el mismo invierno, brote que ya se ha convertido en árbol.

Despejaste con tu gentil soplo las nubes que me impedían ver la luz, amado hijo de Júpiter. Ahora déjame crear para ti un remanso de paz en el que no exista incertidumbre y el tiempo no importe. A tu psiquis haré entender que la caída de la arena en un reloj no pudre sino desarrolla, que si mi amor es árbol solo lo es para poder ser eterno junto a tu corazón. Prometo dar frutos y cobijo, hacer música con mis hojas cuando tu brisa con ternura las acaricie, soportar tus tormentas. Me prometo alzado siempre para ti, incluso cuando me derrumbe, me juro a tu lado en la búsqueda de nuestro propio Sol Dorado.

Desde aquí veo brillar mi deseo, en tu viento traes mi primavera.".

~

Andaba perdido en busca de la tormenta.

Exhalé plegarias y niebla por las cosas que no hice y que dije, una oportunidad de volver a tus brazos y llamarlo hogar. ¿Quién me escuchó? Déjame hundirme contigo en el mar de tu pecho, con tus susurros me enseñarás a respirar sin tener que volar, a cambio te mostraré cómo rasgar el cielo desde aquí. La luna debió fijarse en ti para poder parecerme bella, cada noche me rodea con tus brazos, al buscarlo encuentro tu esencia flotando a mi alrededor. ¿Le decimos al mundo que nos deje en paz hasta que sol y luna deban dejar de buscarse?

Y en tu abrazo la paradoja cae, la brisa me eleva.