viernes, 18 de marzo de 2011

My world, my madness.


¿Recuerdas cuando te susurraba mis sueños?
Decía que siempre sería feliz y que el mundo no me pararía, decía que nunca me echaría atrás, que pasara lo que pasara seguiría adelante. También recuerdo gritar que mis sentimientos serían inmortales y que el mar arrastraría los malos recuerdos.
¿Quién se ha llevado mis ganas de luchar? No puedo culpar a nadie de perder en este juego, pero tampoco puedo resignarme a echarme la culpa a mí mismo. ¿Tú puedes pensar en las olas del olvido? Yo no, solo con hacerlo ya tengo demasiado miedo como para abrir los ojos a la realidad.
No valemos más que nuestra carne y nuestros huesos, no hasta que hagamos algo que deje una huella en la historia. ¿Te imaginas? Tú y yo, en estúpidos libros de texto que no enseñan más que lo que la sociedad quiere que aprendas... o quizás, tú y yo, en una simple obra de teatro con un par de actos, una que logre atravesar el tiempo.
Pero sabes que nunca será así, ¿verdad? Nosotros no haremos nada para atravesar la fina linea que separa a los que construyen la historia de los que la escriben. Porque, a fin de cuentas, no hay un "nosotros". Porque, a fin de cuentas, decir "nosotros" es algo demasiado grande.
Al menos yo, ya no espero que nadie me acompañe en mi vida, o sí, quién sabe. De lo único que estoy seguro es de lo efímero que sería y el poco peso que tendría en mis recuerdos... ¿O acaso me vas a decir que el amor no es un sueño que todos deseamos tener cada noche?
Abrazos que te llenen de calor, besos que te hagan sentirte vivo en cualquier momento y lugar. El roce de sus labios con tu mejilla o el simple hecho de mirar a los ojos de la persona amada... Dicen que esas sensaciones son un invento moderno y yo creo que simplemente son unas dulces pesadillas que todos anhelamos.
Yo, susurré mis sueños esperando que los escucharas.
Pero los sueños solo son eso y tú ni si quiera los oíste.