domingo, 27 de octubre de 2013

Islands.

Lo único que veo al levantar la vista es el cielo.

Desde mis rodillas no recuerdo qué camino quería seguir, ¿tanta niebla exhalé para estar tan ciego? El ron barato de aquellos años que se pretendían dorados recorre la comisura de mis labios, rotos como el viento que cada noche me cobija, destrozados por todos esos besos en los que el sabor a vainilla era la firma de un contrato redactado en papel mojado. El alcohol arde en los recuerdos, llené todos los "te extraño" de sal y ahora tengo heridas de mil balas en el pecho, el mundo las señala para dedicarle carcajadas.

Los sueños perdieron su valor hace algunos mares, aún siento el desconcierto del día en el que las lluvias de vodka sustituyeron a las de lágrimas y recuerdo los martillazos con palabras en mi cabeza a la mañana siguiente, palabras grabadas en el interior de mi cráneo para poder leerlas a gritos cada vez que parpadee, adoptando la misma postura una y otra vez: de rodillas, con las manos hundidas en la tierra y el viento golpeando mi rostro.

Entonces comprendo que es hora de colocarme sobre mis huesos y de andar sin rumbo.
Hora de alzar la mirada al sol y de no ver nada.

miércoles, 9 de octubre de 2013

"Secrets In Stereo".

Cerveza para dos y yo tan perdido en el viento.

Las palabras me marean y despierto de madrugada para vomitar sueños, inspiro el frío viento de la decepción y exhalo ilusiones para ver como las mariposas que forman mueren al apenas sobrevolar mis miedos. El sonido de sus cuerpos contra el suelo, el color marchito de sus alas, se tornan melodías e imágenes comunes. Espero al silencio que nunca llega, rompe a llover, la luna suspira y se marcha dejando atrás el humo de su despedida.

Mis recuerdos me ahogan con su abrazo, muero entre susurros de culpa, renazco gritando de desesperación por el perdón de unos labios cerrados eternamente. La sombra del pasado es persistente como un amante, intenta conquistar un corazón con dueño, intenta arrebatarme lo que le perteneció y no supo cuidar. Entonces reencuentro tus palabras de un futuro juntos, has prometido tanto que ya no puedes echarte atrás y en tus ojos leo que es cierto, que no serás un pasado, al menos no a la velocidad que mueren las mariposas. Porque estarás a mi lado aún cuando la vida tire de mi brazo, ¿verdad? Aunque no estés a mi lado, aunque nos separen kilómetros, aunque nos separaran desiertos, ¿verdad?...

Cerveza para dos, que dura solo para uno.
Cerveza para dos... y tú tan perdido en la tierra.


viernes, 6 de septiembre de 2013

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"Me preguntaste qué era el amor".

Mojé mis labios, rotos por tantos besos, fumé viento y lo solté por la nariz, te miré. ¿Alguna vez te dijeron que tus pupilas son más negras que las noches en las que la luna muere? ¿Es por cuanto callas o por todo lo que te dices a ti misma en esas noches, dulce rubia? Teníamos la misma sonrisa torcida, incluso al llorar, la misma sonrisa que dice "la muerte no es lo peor que podría pasarme". ¿Qué era peor, rubia?

Aún suspiro al recordar cómo me preguntabas cada madrugada qué era el amor, por qué lo buscábamos... siempre dedicaba una sonrisa a tus inocentes interrogantes, tiraba los dados, el juego volvía a comenzar y nuestra caza se extendía otro año más. Éramos buenos amantes a los que las bocas de los extraños transformaron en excelentes depredadores, caímos en un ciclo vicioso que más tarde adoraríamos, conquistar corazones es adictivo, poseerlos era nuestra vida. Nuestros ojos dejaron de vislumbrar personas y comenzaron a ver metas, empezamos a clavar los dientes sin morder y tú comenzaste a comprender la astucia poseída por una lengua sobre la carne y la elegancia de las palabras sobre el papel, eras la cazadora perfecta.

Entonces, ocurrió. Despertar un día, verte en brazos ajenos y romperte porque no eran los brazos que te habían salvado en tus pesadillas, sentiste el frío de la máquina y como tu cabello era su metal, sentiste al humo de tu cigarro tornándose vapor, el corazón que albergaba tu pecho se convirtió en carbón. Rubia, por fin abriste los ojos y comprendiste tu maquinaria, los cerraste y no pudiste evitar aceptarlo, somos ludópatas a fin de cuentas... darnos cuenta fue lo peor que podría pasarnos.

Rubia, sentiste que el amor era lo que perdiste.
Rubia, sentiste que el amor estaba muerto.

jueves, 22 de agosto de 2013

Confesiones a la luz de una pantalla, volumen 1.

El otro lado del océano me espera.

El mar va a dejar de rodearme para hacerlo la tierra, el viento es un fiel compañero y se mantiene a mi lado, llevo amigos y no solo en el corazón. Es una nueva vida, es lo que siempre soñé y lo que creía tan seguro y tan brillante como una salvación se ha convertido en mi mayor miedo. No me aterra cambiar, no me aterra estar solo, me aterra que realmente no va a haber nadie esperándome allí y que cuando vuelva tampoco lo habrá aquí.

Me aterra pensar que lo mejor de mi partida es que realmente no creo que nadie me eche de menos... y lo peor de mi partida es que no he hecho lo suficiente aquí como para que realmente alguien deba hacerlo. Siempre he sido ese chico que aparece un día y desaparece sin previo aviso al siguiente, mi inestabilidad en los corazones ajenos es el mayor reflejo de la necesidad que cargo desde hace tantos años, pero soy el viento. Nadie quiere que el viento se estabilice... nadie, excepto yo. Si algún día encontrara a alguien que me pidiera estar a su lado... y si al menos ese alguien es quien yo deseara... quizás eso sería perfecto.

El otro lado del océano me espera.
Y yo me entrego a él, tiro mis cartas al viento y dejaré que las cosas sigan su camino.

miércoles, 14 de agosto de 2013

Asjkgfdasghl...

La prosa se ha convertido en canal de nuestros sueños.

El muro que nos separa para imposibilitar transmitir deseos con besos no se rompe de una simple embestida, al menos no de una corta. Tú estás en el sur, yo en aún más al sur... volaré por encima tuyo y pasaré de largo, ¿por qué no podría aterrizar a tu lado y verte? Aunque fuera un segundo, tan solo observarte al pasar, tú mirando distraidamente y yo sonriendo como un idiota... aunque me conozco, me saltaría la norma de ser un mero espectador de toda la belleza que me transmites, correría hacia ti, saltaría a tus brazos, quizás incluso rompería a llorar.

Sin embargo, hay un tiempo que respetar, giró el reloj de arena y cuando el último grano pase será cuando yo esté a tu lado, intentando articular palabras con la respiración cortada y el corazón rompiéndome las costillas con la fuerza de sus latidos. Luego el reloj volverá a girar y deberé aguardar una vez más para volver a verte. ¿Sabes? Creo que realmente sería capaz de esperarte durante semanas, meses, años. Te esperaría años, incluso si de tus labios saliera un simple rechazo, adoro la forma que tienes de hablarme cuando intercambiamos voces, lo fácil que es ser dulce contigo, adoro tus ojos, tu rostro, adoro tu cuerpo, tu cabello, tu risa y la sonrisa que esbozas al escuchar alguna estupidez. Adoro imaginarte nervioso, adoro imaginarte imaginándome. Te adoro a ti y merece la pena desearte a mi lado si un día puedes estarlo.

La prosa es mi canal para transmitirte lo que en mi pecho se forja.
Al menos hasta que el "te quiero" puedas leerlo desde mis labios.

viernes, 2 de agosto de 2013

"I love us."

Siempre fuiste tu propia llama en la oscuridad.

Recuerdo cuando pensabas que el falso amor te haría más valioso y el verdadero encontraría la manera de matarte, la forma en la que encerraste tu corazón en una cárcel de humo y rociabas su carne con alcohol cada noche para olvidarte de que latía por alguna razón aún no conocida, realmente lo hacías. Yo te miraba, incluso en la oscuridad te abrazaba cuando no hacías más que sangrar porque te odiabas a ti mismo, recuerdo el segundo en el que hice de mis brazos tu prisión y susurré "todo irá bien, tus sueños están para cumplirse". Recuerdo esa sonrisa empapada por lágrimas y tu forma de mentirme y creer a la peor parte de ti mismo.

¿Esperabas caer muerto antes de encontrar un camino por continuar? Puedo ver en tus pupilas la alegría que sientes por seguir aquí, aunque no quieras admitirlo. Dejaste de ser aquel proyecto fallido de suicida agrietado para convertirte en el aterrado soñador limitado por su propia lengua, viniste para castigarte a ti mismo y encontraste un perdón escrito para alguien como tú flotando en el viento, acompañado de canciones contrarias a las entonadas cada noche por las voces de tu cabeza, las que querían hundirte. El cabello largo, representante del caos y la desgana a la que sumías tus horas, cayó por tus propias manos, sentiste lo fácil que era cortar con un pasado doloroso y no sentir nada, miraste a tus ojos café en el espejo y prometiste que mañana no serías aquel muchacho colgado junto a las llaves de casa.

Fuiste la llama que te salvó de morir ahogado en la nada.
Y hazme caso, cada vez te ves más brillante. Estoy orgulloso de ti, muchísimo.

jueves, 25 de julio de 2013

Wind's melody.

Tu rostro se dibuja en mi ceguera.

Las bebidas que arden en la garganta no son rivales para el calor de un "te quiero", en especial si es tuyo. Dime, ¿cuánto crees que tardaremos en abrazarnos? La espera eterna y el vernos solo en sueños, por primera vez, no son opciones que vaya a tomar. Deseo tenerte cerca, sentir la realidad de tu ser, saber que tus palabras son para el idiota soñador que ha encontrado en ti todo lo que antes parecía eternamente perdido.

Hablas de perfección en mi cuerpo y alma cuando mis ojos solo son capaces de ver grietas, al menos hasta que tus labios se separan. En ese momento en el que tu voz entona palabras que resultan mágicas a mis oídos siento que cobro vida de alguna manera poética, que soy alguien que vale algo más que carne y huesos, que tengo cosas que poder ofrecerte, me siento bien, me siento vivo. Siempre que tus labios se separan para dedicarme segundos de tu dulce voz, esbozo una sonrisa y no puedo reprimir un "vaya, le importo". Porque me has demostrado que realmente te importo y eso me convierte en el estúpido más afortunado de este planeta, incluso hoy, que mi garganta se llenó de calor sin tus palabras y que, por desgracia, no estás a mi lado para hacer que la habitación deje de girar, en esta noche en la que una bebida pretendió competir contra la perfección de tu rostro y tu ser. Porque eres perfecto, para mí lo eres y no te cambiaría por ninguna otra maravilla de este mundo, ni si quiera por la mejor brisa de verano.

Como dijo aquella canción, "mi responsabilidad ha encontrado un lugar" y es a tu vera, siento que contigo y por ti podría dar todo lo mejor que hay en mi putrefacto ser, en ese en el que tus ojos ven algo bueno, sacándome así de las tinieblas. Ahogarme en un mar de emociones tiene sentido si es por ti, al menos si tú vas a estar en esa otra orilla que siempre he querido alcanzar. Porque sé, que al menos durante un tiempo lo estarás, que me abrazarás en cuanto llegue y por fin podré sentir que entre los brazos de otro está algo parecido a lo que podría llamar "hogar".

Tu rostro se dibuja en mi ceguera como el más claro.
No hay mejor melodía que tu voz, ni mejor poesía que la de tus palabras...
No hay mejor sentimiento que el que despierta tu "te quiero".
Gracias por ser tú, gracias por importarme...

jueves, 11 de julio de 2013

Just another night, just another dream.

Dejo que el viento se cuele por mi ventana.

Dice que quiere hacer el amor esta noche y yo no puedo evitar burlarme, lo repite y se va acariciando mi rostro con más ternura que la mano de cualquier persona. Me quedo otra vez solo, buscando el calor de otro cuerpo inconscientemente aún cuando ya hace suficiente como para dormir sin ropa, pese al frío que me inunda. Mi sonrisa se apaga, mis ojos se cierran, la oscuridad llega y solo pienso "ojalá no despierte aquí."

El momento en el que duermo es tan efímero como un suspiro, nimiedad de tiempo lo suficientemente largo como para recordar la eternidad de su sonrisa y mis ansias por volver a encontrarla cuando ya ha muerto, cuando nunca existió. Aún recuerdo que sentía cuando me tocaba esa persona y no el viento, el hecho de sentirme especial aunque no lo fuera, pensar que tenía mi mundo reducido a un cuerpo humano y que mi tamaño era tan grande como el de un universo para el dueño de ese cuerpo. Echo de menos mirar al cielo y decir "detrás de las nubes, todo sigue azul", que él lo repitiera y estuviera totalmente convencido de ello.

Y cuando despierto, despierto aquí, sin nadie a mi lado para evitar que recuerde, no a él, sino qué sentía cuando al menos pensaba que no iba a defraudar a quienes depositan sus pobres confianzas en mí. Tras un suspiro, más largo que mis sueños y en el que me fumo el alma a mí mismo, bajo de mi cama, pongo los pies en el suelo y el mundo da la vuelta, miro en un espejo el reflejo de tantos corazones rotos que he dejado por el camino, empapo mi cara olvidando que una vez la recorrieron lágrimas. Entonces, me visto con mi coraza para los sentimientos, salgo a la calle y dejo que el viento se cuele en mi corazón.

Me pregunta si esta noche por fin haré el amor, aunque sea en un suspiro.
Río de nuevo su ingenuidad de un modo amargo como el café frío, la historia se repite.
Y yo, en la risa, solo puedo pensar "aún busco a mi mundo, ya lo encontraré... algún día, en algún sueño".


martes, 9 de julio de 2013

World's most important something.

"Dicen que no sabe mirar a los ojos.

Que su paso es lento y la brisa lo rodea para no tropezar con él, que está vacío y que no encontrará su lugar. Es un alma errante con ganas de caer muerto lejos de donde se levantó por primera vez, el humo del tabaco es demasiado amable para matarlo, el ron no borra de su cabeza las amargas resacas del pasado. Lleva las cadenas de todo lo que dijo, sus labios están rotos y en carne viva, parece muerto aún vivo.

No tiene ojos en las cuencas, la soledad se extiende a través de las lágrimas que guarda para él mismo.
Y si te enamoras de ellas, te arrebatará el aliento."

sábado, 6 de julio de 2013

"Dreams are dreams."

Dormí y aparecí entre una multitud desconocida en medio de la nada.

Buscaba la salida a ese desierto abarrotado, nadie clavaba su mirada en mí, era distante a mi propio sueño, como si fuera uno más entre tantos. Mi única prenda, como la de todos ahí, era mi ropa interior, la arena quemaba bajo mis pies, cada vez ando con más ansias de escapar y más personas demasiado ocupadas con caminar sin sentido de un lado a otro me cortan el paso. Entonces, tropecé y caí sobre otro chico en el que clavé mi mirada. Él me la devolvió.

Nunca había visto unos ojos tan azules, esperaba oír como me increpaba por haberle molestado, pero prefirió sonreírme. Confuso, le devolví la sonrisa y él, sin dudarlo, me abrazó. No salió de sus labios una palabra, solo me puso contra su pecho y todos los desconocidos comenzaron a desaparecer, quedándonos él y yo solos en escena. Su mirada gentil y cálida me hacía sentir seguro y protegido, acarició mi cuerpo con una mano y mis ojos bajaron hasta su otro brazo. Un catéter enganchado a su brazo conducía la sangre de su interior a una bolsa, volví a mirarle a los ojos y lo comprendí, solo pude murmurar un "estás muriéndote, ¿verdad". Él volvió a sonreírme, puso la mano en mi rostro y al parpadear, el escenario había cambiado.

Estaba en mi instituto, rodeado de gente que no me miraba y totalmente vacío. Mi ropa era la normal, la cantidad de luz se había reducido en un porcentaje amplio y yo solo tenía ganas de echarme a llorar. En vez de eso, comencé a correr clase por clase buscándole, de algún modo tenía la seguridad de que estaría por ahí. Empujaba a los otros por el pasillo, que no me miraban ni aunque les pudiera tirar al suelo, simplemente seguían adelante, como yo. Entonces, tropecé de nuevo con las escaleras y abrí los ojos cuando estaba a punto de caer sobre el suelo.

Desperté del mismo modo que comenzó el sueño.
Rodeado de gente, en medio de la nada.

viernes, 5 de julio de 2013

Naive.

Los días pasan pero mi vida parece no terminar de hacerlo.

Estoy estancado, no solo en la tierra, sino en el viento. Una brisa circular recorre mi cuerpo habiendo una tormenta delante mío, me obliga a quedarme a salvo, seguro y protegido, pero no es protección lo que necesito. Mis sueños de vientos desatados y fuertes relámpagos reanimando mi corazón superan con creces a la música de la calma, las emociones y pasiones me esperan al otro lado del mar que, tranquilo, se opone a mi escape aunque sin impedir el mismo. Solo espera que si me voy no vuelva y yo, encantado, acepto su trato. "Si me voy, no volveré."

Los días pasan, mi vida lo hará. Pero no aquí, no en esta isla. 

martes, 2 de julio de 2013

Who am I to stand still?

Tu sonrisa bajo el sol y mis labios sobre los tuyos.

Quiero ver tu pelo revuelto, que te acabes de despertar y escondas tu cara en la almohada tras dedicarme la primera sonrisa de la mañana. Ver tus ojos, perderme en el iris y nadar en tus pupilas, reflejarme, besarte cerrándolos y que, al abrir nuestros párpados, nuestras miradas no se sientan desconocidas. Quemaré las yemas de mis dedos en tu piel, te dibujaré universos en la espalda y los borraré a besos. Escribiré palabras en tus labios y con mi voz, te dedicaré todas las letras que conozco y aquellas que necesito para expresarme y nunca han existido.

Me mantendré por ti bajo el sol, si eso te hace feliz, si es que llegas a existir.

viernes, 21 de junio de 2013

I'm done.

Estoy cansado.

Me duele la garganta, creo que va a sangrar. Mi cabeza no para de dar vueltas y yo solo quiero marcharme y acabar con todo esto de una vez. No quiero seguir dentro de estas paredes ni rodeado por este océano, no sé si me equivoqué yo al nacer aquí o son mis padres los locos por quedarse. Quiero ir con el viento en la mano, llegar a lugares en los que no moriré, moverme sin quedar satisfecho nunca, conocer gente, que alguien sea tan especial como para hacer que me quede a su lado.

Irme no es la panacea ni tampoco la mejor opción, pero es lo único en lo que puedo pensar. No me importa todo lo que dejo atrás, se queda corto si lo comparo a todo aquello que me espera. Y estoy cansado de gritar, cansado de moderar la voz, de soportar, cansado de que mis palabras no se tomen en serio por más esfuerzo que ponga en cumplirlas. Solo quiero irme, irme y no volver. ¿Es tanto?

Estoy cansado, agotado y muerto. Llevo muerto 18 años.
18 años y tú quieres que me quede aquí para morir aún más.

domingo, 16 de junio de 2013

"You're not the one for me."

Será muy tarde para necesitarte cuando quiera hacerlo.

Tarde y además yo seré demasiado viejo para tu memoria y corazón, me habrás olvidado para esa luna, pero no creas que opondré resistencia, me resignaré a desaparecer sin gritarte al oído que no me dejes ir sin ti. Solo quiero tener claro que quedaré cubierto de polvo, que tú tengas claro que yo estoy bien así y más feliz de lo que tú o cualquiera podría hacerme, que es lo que siempre ocurre. Porque el viento y la estancia no son aliados, el tiempo transcurre y nadie parece capaz de mantenerme en su mirada.

Pero cuando me dé cuenta de que nunca escapé de tu pupila será muy tarde.
Y no podré regresar, serás otro agujero en mi pecho y yo otra decepción para tus recuerdos.

sábado, 8 de junio de 2013

Meh.

Tengo ganas de ser cínico, frío, malvado.

Tengo ganas de mirarte por encima del hombro y meterte en los sacos de nombres sin sentido, decirte que no serás mejor que él y que no das la talla para hacerme sentir mejor porque ella no está aquí. Quiero simplemente olvidarme de como te conocí y de que, a veces, hablamos hasta caer exhaustos. Y entonces, en mi cama, te quiero a mi lado y rodeandome con tus brazos, protegerte con los míos, olvidar mi pasado y salir adelante, sin viento ni música o cristales, solo tú.

Pero rodeado con las mantas el único abrazo que recibo es el de mis recuerdos y empiezo a desear que fuera tu abrazo el que me hiciera estar al borde de las lágrimas. Pero no lo es, no puede serlo. Me conformo con soñarte y pensar que algún día podré mirarte a los ojos, que todo esto podría ser diferente. Porque cuando te conozca no serás igual que el resto, ¿verdad?

Tengo ganas de caer por ti, de darte lo mejor, de superarme.

jueves, 6 de junio de 2013

Confesiones a la nada.

Mi corazón volando en el viento y mi cabeza rodando por el suelo.

La marea no termina de subir y no parece querer bajar, se me mete arena en la boca y toso recuerdos difíciles de tragar y hacerlos regresar a mi memoria. Camino por esas playas en las que cogí la luna y no el sol, en esas en las que las palabras se escaparon de una cárcel de dientes y tú dijiste simplemente lo que esperaba, aunque nunca fue lo que quise. Monto en una barca y comienzo a remar sin saber muy bien a dónde me dirijo.

No hay olas más fuertes que mi voluntad, por eso decido tirarme al mar e ir a nado, tragarme el agua salada cada vez que respiro y ahogarme día sí y día no en las profundidades, solo porque en la oscuridad y entre la nada estoy más cómodo y seguro que entre ojos de los que no quieren ver. Me hundo en las profundidades y no miro más que hacia arriba, preguntándome cuanto tardaré en llegar y si alguien esperará mi regreso.

Mi corazón volando en ilusiones estúpidas, mi cabeza golpeándose una y otra vez con donde estoy.
No veo el momento de irme.


jueves, 30 de mayo de 2013

Te quiero, enana.

El sonido de una guitarra acompaña a mi soledad.

Otra vez, a oscuras y en medio de papeles que no dicen nada, pero que releo sin parar, recuerdo tu sonrisa. Otra vez, recuerdo que tú tienes la mitad de mi corazón y mi ser, que yo tengo la tuya. Otra vez, recuerdo que lo que nos une es la distancia y que me gusta dejar soplos de brisa en diferentes partes del mundo para que, cuando muera, el viento juegue a juntarlos lejos de todo.

Supongo que no puedo olvidarte así como así, que a fin de cuentas aún te adoro.
Tú fuiste más que una amiga o que una pareja. Tú... simplemente, fuiste tú.

sábado, 25 de mayo de 2013

"Lovers are meant to die."

"Lluvia en los rostros de los caídos,
pasos en la tierra de sus tumbas."

El color negro inundando el cementerio, en el que no reposa el viento o los amantes que decidieron fugarse a fracasar en sus sueños, es más alegre que el color de las flores muertas sobre la piedra gris. La atención se desvía a los ojos de una dulce señorita que guarda un pedazo de cielo en su mirada y el color de su enamorado en los labios. Le resbala una gota de lluvia por la mejilla, derrocha lágrimas en el corazón. Los sentimientos desbordan su cabeza, pero ella no rompe su muro con los que fueron su familia y ahora simples desconocidos.

Las nubes se preguntan cuál de los dos enamorados está más muerto, si la rubia que tiene que vivir en su vestido de color oscuro y cuya mirada se ha entristecido para siempre o aquél ingenuo que duerme ahora bajo tierra. El cielo mira a la tierra por última vez y se aleja bajo los juicios en murmullos, pero está demasiado sorda como para atender a ninguna condena. El camino a casa nunca fue tan largo, ni tan solitario, ni si quiera había parecido tanto un camino antes. Los charcos reflejaban su hermosa cara y sus pupilas reflejaron la tristeza. Dejó de llover, pero no en su rostro.

"Lluvia en el rostro de la enamorada que no se atrevió a fracasar,
sol en el cielo bajo el que la muerte del amado la condenó a vagar."
 

Destroy, create, destroy again.

No te acuerdas de todo lo que te quise.

Pero yo sí recuerdo como se me salía el corazón al rozar tus labios, no solo porque fuera algo prohibido, sino por todo lo que me hacía sentir el momento en el que nuestros alientos se fundían en uno y yo pensaba: "quiero besarle y ser solo para él, demostrarle que puedo ser su futuro si lo desea, que lo arriesgaría todo por un recuerdo que llevarme a la tumba". Pero nunca lo hice y tú tampoco, aunque mi mirada suplicara un poco de compasión, ni si quiera sabiendo que con un beso me habrías arrancado las palabras que deseabas escuchar. Porque lo sabías, ¿no?

Cuando me miro al espejo que permite ver más allá del cuerpo aún leo tu nombre, el tiempo no ha podido borrarlo. No has sido simples letras en la orilla que la marea arrastra, alguien decidió tallarlo en piedra para que yo después considerara una buena idea encadenarme. Aún hoy me ahogaría en ti, estúpido, ¿verdad? Tan estúpido como mi forma de decirte lo que sentía, tanto como el día que dije: "no es como si le quisiera, simplemente es un recuerdo bonito." Muy estúpido.

Y te tengo en una urna de cristal guardado, tu voz grabada en mis oídos para que sea la banda sonora de mis momentos más nostálgicos, tu tacto tatuado con fuego en mi piel por si algún día me olvido de qué es que te toque quien adoras, tus promesas en mis manos. Tantas cosas tuyas en mí y tan poco mío en ti, porque yo solo era aquél chico extraño e incomprensible, con suerte hoy al menos seré polvo.

No me acordaba de todo lo que te quiero.
No me acordaba de todo lo que me dueles.

jueves, 16 de mayo de 2013

Someday, it will end.

Creía que no había nada peor que una tormenta y me encontré a mí mismo.

Me encontré solo, en medio de una ciudad en ruinas que nunca fue habitada, sostenía pedazos de cristal y los dejé caer entre sonrisas, con el viento envolviendo cada pedazo. Me encontré solo y me intenté abrazar a mí mismo, pero las manos me sangraban y la sangre me ardía cada vez que las gotas resbalaban por mi frágil piel llena de cicatrices. El viento solo envolvía a lo que estaba roto y yo parecía no haberme quebrado lo suficiente para unas palabras de ánimo, mis pies descalzos caminaban solos por los pedazos de recuerdos. Dejé de sentirlos.

El frío y la nieve se convirtieron pronto en mis únicos aliados, encontrar rosas amarillas bajo piedras era emocionante, las disonancias eran una costumbre. Y quién podría haberme hablado de futuros cuando sostenía mi muerte en la mano, quién tenía sed con aquél fuego en botella... nadie tenía nada. Y eso era usual, los rostros desesperanzados de quienes no creían en nada más que en el momento que estaban viviendo, esos rostros me llevaron a no creer en nada más que en lo que sentía cada segundo, el miedo se apoderó de mí.

Mientras andaba solo, encontré cuanto perdí, perdí porque no quería pensar que estaba listo para ganar, porque todo era muy fácil y lo difícil era lo que me había importado el día que se alejó. Se fue quizás porque mi aliento a ron barato no era sinónimo de una buena vida, quizás porque el hecho de que por mis ojos saliera vodka en vez de lágrimas denotaba cobardía. Me aislé en mi ciudad en ruinas, en la que no había querido habitar nadie, me refugié y nunca miré más allá de las verjas que separaban mi realidad de la del resto. No volví a mirar al cielo, no volví a la costa.

No había nada peor que una tormenta, hasta el día que me desperté y no estabas.
No había nada peor, no hasta que amanecí sin razones para hablarte.

   

sábado, 27 de abril de 2013

Asdf.

El camino se extiende largo y tortuoso.

Miro hacia atrás, la niebla me agarra con sus densas manos y me rodea con fuertes brazos en los que es fácil sentirse seguro. Cierro los ojos dejándome absorber y suena el viento. Me desato violentamente de todas aquellas mentiras y pongo un pie en el camino, la bruma intenta abrazarme de nuevo pero solo el viento es el que consigue alcanzarme una vez empiezo a andar, guiándome hacia ninguna parte, sin importar los muros o las dificultades. Solo y siempre avanzando. 

Las nubes pasan rápido, o quizás sea yo el que no ha dejado de correr, el reloj no marca ninguna hora que me apetezca, la noche es mi aliada y me acuesto con el día. He sentido tantos huracanes en mi interior que me da miedo no volver a sentir nada, las brisas calmadas ahora solo son un placebo para mí cuando la tormenta pasa. Por suerte o por desgracia, la tormenta nunca se va... los truenos, la tempestad, el frío, la luz de los relámpagos y las hojas de los árboles volando a mi alrededor han decidido hacerme compañía.

Estoy demasiado distraído mirando al cielo que tropiezo con una piedra peculiar, familiar y conocida. Caigo rodando por las paredes de un barranco escarpado pero lleno de vida y vegetación. Intento agarrarme a cualquier brote pero solo consigo arrancarlo y caer todavía más. No existen las flores en mi caída y las piedras hacen sangrar a cada parte de mi piel, al llegar al fondo no me espera nada. Mi boca sangra y jadeo,  me pongo en pie llevándome las manos a la cara y me temo lo peor. La niebla aparece de nuevo, pero tomé mi decisión. No volveré a mirarla, miraré solo al sol, dejaré que queme mis ojos y que me libre de aquello en lo que no quiero creer. Sin mirar atrás, escalo paredes imposibles, caigo y me agarro a una nueva planta, imploro para que no caiga.

El camino será largo, se me romperán los zapatos y destruiré mi cuerpo en su tortura.
Aún así, merecerá la pena, debe hacerlo. 


martes, 23 de abril de 2013

The Cave.

El sonido del silencio inundó la habitación.

Nos miramos y me perdí en los caminos que formaban tus recuerdos en el iris de esos ojos que lloraron tantas pérdidas, te sonreí y dije: "conozco tu dolor, conozco tu pena y te adoro como siempre lo he hecho". Te echaste a llorar tapando tu rostro con las manos desnudas, llenas de cicatrices aún sangrantes y olor a tabaco, olías tu propio aliento alcoholizado en aquellas palmas que tanto mal habían tocado. Rompiste el silencio, yo no fui capaz de ponerme a tu lado y consolarte.

Un llanto constante e inundado del ruido más molesto de este mundo.
Y yo adorándote sin poder ayudarte.

miércoles, 17 de abril de 2013

Good Night.

La estupidez se apodera de mí mediante un sueño.

Pongo la cara de mis esperanzas en fotos de gente que no conozco y rezo para que me encuentren, miro al cielo oscurecido por la noche sin poder contar las estrellas mientras intento dormirme solo. Un trozo de papel me mantiene conectado al mundo real cuando me pierdo en las nubes para no volver a encontrarme, saco todo el aire de mis pulmones y entonces pierdo el sentido. El viento me revuelve el cabello en otro escenario, tú me sonríes en la lejanía y me derrito en tu cuerpo etéreo. Tu voz muda inunda mis oídos sordos, no hay nada con lo que comunicarnos, pero entonces me tocas y lo siento como fuego en la piel. Me enamoro de ti y despierto sabiendo que solo te he soñado.

Un sueño hace que mi estupidez brille entre la nada.
Un sueño que quiero que se repita, uno tan real que duele su inexistencia.

lunes, 8 de abril de 2013

Dreams are dreams.

"Crucemos las olas y lleguemos al otro lado de los sueños".

Camino entre oscuridad y en línea recta, con el viento en el corazón y la música en cada paso, nada cambia y nada avanza, no hay brisa más allá de mi interior y el mundo se queda mudo cuando lo miro. Al final del pasillo, un muro de piedra me corta el paso, haciendo que me pierda en los dibujos que algún crío hizo con tizas de colores. Las siluetas de sus ilusiones han sido devoradas por el tiempo y no se distinguen más que algunas estrellas y animales, como si se trataran de dibujos primitivos.

Sigo avanzando por el muro y encuentro un hueco por el que quepo agachándome, al otro lado me espera un paquete de cigarrillos del único tabaco que me ha gustado nunca, un mechero amarillo y una nota de hace muchos años. Me siento con los pies flotando en la nada y me fumo uno de los cigarros, mientras leo las palabras más tristes que me han confiado nunca y tu mirada vuelve a mi mente, difuminándose, pero nunca yéndose.

El humo saliendo de mi boca distrae a mis ojos para no acabar llorando por ti, arrugo el papel y lo tiro esperando no volverlo a ver, me giro y ahí estás. Tú me sonríes y yo me derrumbo, me dices que estás bien y que todo te va mejor, me convences de que yo no tuve la culpa de que desaparecieras y me prometes que algún día volveremos a vernos. Me pides que cruce las olas y llegue al otro lado de mis sueños, me pides que esté por encima de todos los que me han rodeado mientras yo estoy de rodillas, llorándole a la nada con el viento, la música y la oscuridad, entonces me despierto.

Solo quería que supieras que te echo de menos y que estés dónde estés, espero que me mires y te enorgullezcas de mí. Intento hacer lo que tú hiciste lo mejor que puedo, pero me falta tu decisión y coraje, yo solo soy cabezota y muy inmaduro. Aún hoy te escribo y deseo que en algún momento puedas leerlo, lástima que el muro no es precisamente de roca, sino de algo más duro y cruel.

Te echo de menos y espero volver a verte algún día... Por muy lejano que sea.


martes, 12 de marzo de 2013

13/03/13

Nadie lo tiene todo.

Los deseos de la gente se pierden en los cielos mientras pierden el tiempo viviendo sin ningún sentido la muerte de los sueños forjados. Los árboles crecen y sus hojas caen al asfalto, los coches pasan por encima de ellas y todo el mundo las olvida. Yo también, y me siento mal por ello. He olvidado mis sueños porque los elevé tanto que al caer se rompieron, fui demasiado cobarde para recogerlos y murieron ante mis ojos. Rajé mi garganta para que nadie me escuchara quejarme y mis lamentos me han costado la ambición.

Las rocas erosionadas del mar se confunden con mis ganas de intentar seguir aquí y la única salida es a través del océano, cada paisaje nubla mi memoria, ahumando mis recuerdos, dañando la poca esperanza que me queda en encontrar algo nuevo o diferente. Tengo objetos nunca usados para evadir las penas pero prefiero escribir intentando ocultarme de ella porque el alcohol no me limpió las heridas y el tabaco no me mató lo suficiente, la cobardía me mantiene con vida. Porque aunque las miro a los ojos y trato de enfrentarlas, ellas acaban besándome y ganando la batalla.

Se ha convertido en una rutina pensar en lo perdido.
Lo que gané está a punto de evaporarse.

lunes, 11 de marzo de 2013

Story of a red rose.

La lluvia cae en las manos de una rubia cualquiera.

Su piel blanca contrasta con sus uñas rojas, labios mojados y pelo oxigenado resultan un buen reflejo en un charco a sus pies. El cigarro empapado y sin fuego, como los azules ojos de la joven sin esperanzas ni ambiciones, los recuerdos se tiñen negros en su cielo particular y corren por su mejilla. El cabello pegado a la cabeza, la chaqueta de cuero oscuro huele a piel nueva, sus medias rotas dejan ver la fina capa que protege a la carne pero esta muere al tacto de las frías gotaas.

Todavía se pregunta como llegó hasta ahí y quién tiene su corazón, lamenta como lo encontrará abandonado y roto en una esquina, intenta pensar que ya no existe y así no herirse a sí misma. Pero existe bajo el agua, sobre un asfalto tan negro como su esperanza y su rimel corrido, existe bajo las nubes grises y detrás de su muro emocional. Existe y eso la hace sufrir. Una rosa nacida en un sótano sin más consuelo que el de la compañía de un humo asesino y un líquido ácido como el alcohol.

La lluvia rompe a una rubia cualquiera. Su cigarro se encuentra apagado.
Por su boca escapa su alma, por sus ojos llora los recuerdos que le quedan.

domingo, 24 de febrero de 2013

Bah.

Tengo tierra en los pulmones y agua en la garganta.

De mi boca no sale ningún sonido, los lamentos han inundado mis oídos, mis dedos están aplastados en el barro, yo no puedo escapar de esta tumba. Me he enterrado vivo a mí mismo, no recuerdo bien por qué, murmuré que deseaba a alguien aunque solo deseaba librarme de lo que era. Solo quería perderme para no encontrarme, solo quería enterrarme para no oírme.

El viento sopla ahí fuera y yo no lo oigo, estoy demasiado oprimido como para llorar por ello, la vida sigue y la muerte llega, el invierno nunca se va.  El pasado está a mi lado mirándome y sonriendo por tener un amigo, yo no le devuelvo la mirada porque las raíces de un árbol han perforado mis ojos. En ese árbol se suben niños y la gente graba su nombre dentro de un corazón que juntan con la palabra "siempre" en el suyo propio.

Mis manos no se mueven, el infierno parece cercano, ¿la noche se irá?

jueves, 21 de febrero de 2013

This is for you, Miss Private.

Despertamos al lado de café frío.

Un cigarro en mi mano me recuerda que todo es un sueño, acaricio tu cuerpo y beso tu rostro sabiendo que nunca volveré a verte. Te giras hacia mí y, oh Dios, tienes la cara más hermosa que mis ojos recuerdan ver. Sonríes, yo sonrío y no hay palabras, tu torso desnudo sale de las sábanas y agarras la taza de nuestro lado. Derramas su líquido por el cuarto y me miras, de repente tu expresión es dura, murmuras "lo siento".

El sueño cambia, aparezco solo en medio del cielo, no tengo alas pero puedo volar y llego hasta las nubes. Me siento encima de una y miro hacia abajo, intento encontrar belleza pero no puedo quitarme tu recuerdo de mi cabeza. Me pongo en pie y, acercándome al borde, canto esa canción que decía "fúgate conmigo, Miss Private, y navegaremos alrededor del mundo". Salto al vacío y cuando llego al suelo murmuro la frase final de la melodía: "te veré en la estatua en una hora".

Despierto entre sábanas arrugadas y con dolor de cabeza.
Yo también lo siento.

martes, 19 de febrero de 2013

Destroy every weakness.

Cuando intentas tocar algo y se te rompe en la mano.

Ese es el momento en el que piensas: "¿son demasiado duras mis manos o es que mi cuerpo está recubierto de espinas?". Cuando ves la felicidad delante de tus ojos, te reflejas en ella, te sonríe. Cuando la tienes ahí delante y notas su respiración en tu cara, ese beso que parece que nunca va a acabar. Cuando la tocas, parpadeas y de repente ya no hay nada, miras a tu alrededor y ves que estás solo en medio de la oscuridad, que no hay viento, nieve, rosas, melodías, palabras, arena, sirenas ni cenizas.

Miras al frente y la vuelves a ver, más lejos. Das un paso y sientes que te estás hundiendo, pero tú avanzas para volver a tocar eso que te hace sentir realmente bien. Continuamente ocurre eso, continuamente me hundo y no consigo levantarme. Me estoy ahogando con los recuerdos y con los sentimientos, me estoy ahogando y debajo de ellos no puedo moverme.

Luego viene el viento que pensé que nunca volvería. Vuelve y me saca de ese fango viscoso y pesado, me dice que vuele hacia ti, que vuelva a abrazarme a tu reflejo. Me abrazo a ti, te vuelves a romper, los trozos de cristal se me clavan en la piel y caigo de nuevo. Ahí me siento y recuerdo más. Murmuro una plegaria al tiempo y me intento poner en pie.

El tiempo viene, me toca y me rompe a mí.

jueves, 24 de enero de 2013

Heartlessly.

Déjame sostener los pedazos de tu voz en mis manos.

Déjame aplastarlos y romperlos todavía más, tirarlos al suelo y pisotearlos mientras miro tus ojos de corderito al que yo mismo degollaría una y otra vez si no me inspiraran ternura. La presa se convirtió en cazador, el cazador se murió de miedo y trató de ladrar, pero a la voz se la destruye con un tiro de garganta. El cazador se había convertido en una mosca molesta dentro de un cuarto cerrado y con una ventana abierta, aunque prefería zumbar al lado de los oídos ajenos.

Y te escacharía con mis manos, asquerosa mosca, pero aunque sea el cazador sigo siendo humano (condición que tú, al parecer, perdiste cuando te viste revoloteando sin rumbo). Y te dejo la ventana abierta aún así, espero a que salgas por ella porque en mi mundo, sin ti, estoy mejor. Nadie quiere a una mosca nerviosa alrededor, mucho menos cuando tendría que haber sido un pájaro que enseñara a volar a los polluelos. Mucho menos cuando el pájaro les apuntaba con un rifle continuamente.

Ahora me suplicas clemencia por tus lágrimas, suplicas que entienda tu situación perdida y desorientada. Suplicas pero no fuiste capaz de atender a mis súplicas, ¿qué te hace pensar que sé como actuar de un modo que tú no me enseñaste? ¿Crees que el viento me iba a criar? Me dio fuerzas, pero no me abrió las alas, eso tendrías que haberlo hecho tú. Pero tú las rompiste, ¿recuerdas?

Déjame sostener los pedazos de tu voz en mis manos.
Ahora mira como caen, mira y siente lo mismo que yo. Intenta comprenderme por una vez.

domingo, 13 de enero de 2013

Black and White.

"Tras el humo se esconde la realidad".

Buscando historias que contar nos perdemos en los recuerdos y entonces nos perdemos en palabras que nunca dijimos. Durante el día y la noche, ciertos momentos de soledad nos conducen a una cama vacía con una taza de café frío a medio acabar a la izquierda, las sábanas calientes y nadie para mantener su temperatura. La nieve se cuela por la ventana y roba el calor, fundiéndose y mojando la cama cuando debería mojarla el sudor de dos cuerpos.

En la noche los recuerdos nos inundan y nos ahogamos en ellos, los colores que fueron un día son los que queremos en nuestras vidas, aunque no volverán por mucho que lo deseemos. Los colores de hoy son más apagados que los cuartos en total oscuridad y el mañana cada vez es más decrépito, nadie quiere oír de hablar de él, pero a nadie se le quita de la cabeza su tonalidad inerte.

"Tras el humo se esconde la realidad", pero yo no quiero mirarla.

Y aún así me obligo, pongo mis ojos a su disposición, rompo mi alma en ella hasta el punto de sentirme muerto. Ahí, en la noche, miro a mis recuerdos, me inundan y me ahogo en ellos, los colores no van a volver. Después levanto la vista y vuelvo a mirar al mañana mientras le murmuro "no me dejes solo, no me abandones". La nada me promete estar siempre a mi lado, me toma la mano y me levanta de mi patética posición.

De repente, no hay nada que pueda abandonarme.
De repente, la nieve se ha derretido sobre mí y el café derramado hiela mis dedos.
Y me siento vivo, y sonrío.

miércoles, 9 de enero de 2013

Sand and dreams.

"No quiero saber el número de granos de arena que hay en la playa."

Las huellas de pies desnudos adornaban el suelo, junto a los cascarones de viejos amigos, una danza por no pisar su sangre y la música de lágrimas cayendo eran la esencia de la escena. El agua no limpiaba los antiguos errores pero la sal se pegaba en la piel y picaba, como si infinidad de insectos caminaran sobre ella, que estaba perdida en su infierno particular buscándose a si misma.

Sus ojos azules estaban clavados en el horizonte, como si esperara ver algo que se la salvara, sus labios trataban de articular palabras pero de su boca solo podía salir aire frío y humo de un cigarro que ya se fumó.  El recuerdo de las nubes sobre su cabeza y de la lluvia corriendo por su curvo cuerpo se disipaban entre luces de un sol eclipsado, una gran noche se cernía sobre su cabello rubio, pero no se daba cuenta, ella solo quería seguir hacia un futuro.

"No quiero saber el número de granos de arena que hay en la playa.
Quiero saber como saber como salir de ella, quiero saber como parar a la nada."


viernes, 4 de enero de 2013

Preserve your memories.

Las hojas de los árboles recubrían el asfalto.

Un viento otoñal limpiaba las calles sucias de mentiras y decepciones, los cristales rotos volaban sin rumbo entre la brisa y el sonido tenue de una guitarra desafinada bailaba con las sombras de aquellos que ya no existían. Un cable conectado al corazón de uno de los amantes acababa bajo los pies del otro, las luces de todas las habitaciones estaban apagadas y no habían suficientes velas para combatir el inusual frío de ese momento.

Lo único que no se podía ver en el cielo nocturno eran las estrellas porque una gran luna, llena y amarilla como los dientes de un fumador, intentaba colmar con luz los rincones más oscuros de los que aún deambulaban por la calle con sus grandes abrigos y sus conciencias marchitas, robando luz a sus propias aliadas. Las nubes grises volaban a un lugar en el que encontrar a alguien que tuviera en sus manos un corazón roto para poder aliviarle la carga con agua, en esa ciudad ya habían hecho suficiente.

Los océanos se encontraban calmados, inertes como las rocas de sus fondos, los marineros que los surcaban buscaban sirenas con desgana y las sirenas buscaban descanso con las rocas. Las pocas fotos que se sacaban en esos instantes tenían la misma gama de colores que el carbón, incluso había gente que prefirió darles el mismo uso antes que mirarlas. Todo estaba tan muerto esa noche que ni si quiera el frío se sentía como tal, nadie buscaba ojos en los que reflejarse.

Las hojas recubrían el asfalto y el viento soplaba, pero nadie quiso oírlo.