martes, 23 de abril de 2013

The Cave.

El sonido del silencio inundó la habitación.

Nos miramos y me perdí en los caminos que formaban tus recuerdos en el iris de esos ojos que lloraron tantas pérdidas, te sonreí y dije: "conozco tu dolor, conozco tu pena y te adoro como siempre lo he hecho". Te echaste a llorar tapando tu rostro con las manos desnudas, llenas de cicatrices aún sangrantes y olor a tabaco, olías tu propio aliento alcoholizado en aquellas palmas que tanto mal habían tocado. Rompiste el silencio, yo no fui capaz de ponerme a tu lado y consolarte.

Un llanto constante e inundado del ruido más molesto de este mundo.
Y yo adorándote sin poder ayudarte.

No hay comentarios:

Publicar un comentario