El humo se convierte en mi realidad.
Aprendo a evaporar los problemas, interiorizando cada segundo un poco más que lo efímero y la realidad comparten la misma delgadez, ¿desde cuando son las rocas tan frágiles? Y, sin embargo, sigue siendo el mismo peso y la misma atmósfera densa que apoya con firmeza a la fuerza de la gravedad la que contamina el aire. Por eso aprendí a volar en ella admirando su delicadeza, su fragilidad y su importancia.
Algún día tú y yo seremos humo, espero que nos crean reales.
No hay comentarios:
Publicar un comentario