domingo, 12 de abril de 2015

Venus.

"¡Nuestra plegaria fue escuchada, mi céfiro!

¿Sentiste el gran temblor cuando Venus al sol robó su brillo? El mundo cambia su forma para unir nuestros caminos, la gran destrucción que ha acontecido será purgada y ayudará a los hombres a entender el camino de Gaia cuando el Dorado se alce. Es el mismo camino que quiero mostrarte, en mis brazos, sin nada más que primavera. Quiero mostrarte cómo las flores aparecen en las ruinas más recónditas, como tú hiciste brotar la semilla de mi corazón aún en el mismo invierno, brote que ya se ha convertido en árbol.

Despejaste con tu gentil soplo las nubes que me impedían ver la luz, amado hijo de Júpiter. Ahora déjame crear para ti un remanso de paz en el que no exista incertidumbre y el tiempo no importe. A tu psiquis haré entender que la caída de la arena en un reloj no pudre sino desarrolla, que si mi amor es árbol solo lo es para poder ser eterno junto a tu corazón. Prometo dar frutos y cobijo, hacer música con mis hojas cuando tu brisa con ternura las acaricie, soportar tus tormentas. Me prometo alzado siempre para ti, incluso cuando me derrumbe, me juro a tu lado en la búsqueda de nuestro propio Sol Dorado.

Desde aquí veo brillar mi deseo, en tu viento traes mi primavera.".

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