domingo, 15 de febrero de 2015

Volar a la noche.

Un grito en constante agonía.

Perdemos las palabras en el río, sin sentido y sin motivo luchan por respirar las notas de lo que me gusta llamar, de manera egoísta, nuestra canción. En el absurdo dislumbro razones que solo entendería el creador que en sueños vive para mi dual alivio y perdición, sois ambos tan reales que no puedo evitar evaporarme hasta vuestra nube. Cuanto más cerca está el sol, más existes, el dolor es solo parte de llegar, la bandada necesita un destino y el ojo se ha vuelto ciego a cualquier otro.

El instante ya se convierte en eterno.

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